Permítanme ser un hombre
VERA EIKON
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Instrucciones para decir tu nombre
Para decir tu nombre
hay que ponerse un pájaro en la boca,
pasarse un hilo de viento
por el ojo de la garganta,
y coserse la tempestad
en el costado izquierdo.
Imprescindible girar el corazón en su veleta
hasta que cante,
y del irreverente pico
un sol salga rodando.
Para decir tu nombre
hay que tañerle el nervio a lo invisible,
y articular amor como pez que sube río arriba
desde el mar de los Sargazos.
Allí donde cuenta la leyenda
que han ido a parar las cosas perdidas.
Es necesario hervirse la sangre a fuego vivo
y que vapor carmesí oculte el cielo.
Como escribe el poeta que sucede
en el fragor de la batalla.
DAVID MARINÉ
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El grito del primer orgasmo
no debe resultar tan difícil modificar el orden de amarse:
hablo de un cambio de sentido,
de transitar por las jornadas del querer
como quien transita con el paso invertido
mirándolo bien pienso que pudiera ser un buen inicio
caminar desde el final de los horrores
sucumbiendo ante el avance implacable del frío
y la devastadora herrumbre de la soledad y el engaño
presenciar la caída del abrigo
como quien presencia la vanguardia de lo cotidiano,
y despedir al ejercito sanguinario y derrotado
llorándolo a mares por todo el dolor causado
bien es cierto que habría de soportarse una buena dosis de tristeza
y de silencio en las miradas,
el vértigo del quien se asoma al precipicio de una sonrisa forzada,
y la punzada del fracaso unida a las noches de medias lenguas
luego cabría invertir una vida normal
en una vida anormal,
revolvernos en seres primitivos y bestias de caza,
animales de caricias obscenas y cópulas salvajes,
huérfanos de aspiraciones sin más aspiración que el amarse
alargar las manos,
alargar las manos y palpar la esperanza,
poseer las lenguas sin bozal
y los amaneceres del deseo y la frecuencia
y así,
cálidamente protegidos,
encogernos de hombros al caer la noche
mientras nos preguntamos qué nos está sucediendo,
seres desconocidos que se abrazan como románticos bellos
deberemos suspirar
como suspiran los niños ante el azote del sueño,
y zambullirse en la paz y el letargo
del que entrega su vida a la seguridad del amado
finalmente,
cuando todo sea ilusión,
cuando naveguemos por la candidez de la alegría
y descubramos sorprendidos que el espejo nos retorna la sonrisa,
entonces sí,
abandonarnos
abandonarnos por fin estúpidamente heroicos y temerarios
alegres y excitados
igual que abandonamos en su inicio
el grito del primer orgasmo.
POESÍA
“Y atended que estas impías padecen maleficio de taciturnidad y así salen de noche de sus casas sin ser sentidas -que en esto el diablo las ayuda- y por ello de día se hayan cansadas y descuidan las tareas propias de hogar cristiano y no parece sino que la luz las daña y tienen sombra en debajo de los ojos que en ellas es signo de haber estado largo tiempo mirando la luna. Y escandalizan al marido con posturas contranatura y le preguntan por qué han ellas de yacer siempre debajo si son la misma carne. Y cuando conciben no se están quietas ni callan como dicta la Iglesia sino que se retuercen como serpientes y es claro que disfrutan. Su atrevimiento es enorme. Una de ellas a la que pregunté si no reconocía que el poder divino era superior al demoníaco me respondió sonriendo que el único poder que le envidiaba a Nuestro Señor Jesucristo era el de convertir al agua en vino”.
(“De cómo hayar y castigar bruxas”, anónimo castellano, s. XIII)
PROSAS POÉTICAS
PROSAS POÉTICAS
MARIA SOTOMAYOR
mariasotomayor.blogspot.com
*
Para que lo entiendas
yo amo al hombre
que por hombre siempre es terrible
-no al del gesto de doblez figurada-
encantador al paso
a ese que me dice hermosa
de una manera que también castiga
el que no rinde pleitesía al pecho
pero late azul y sol y musa
hasta que el signo se convierte en proceso
un flujo constante de no percibir
el desemboque ni padecer la hemorragia
creer
además
que soy la que zurce los ojos
tan grandes en el lugar
que a veces nosotros -el hombre y yo- culpables
también mordemos cubriéndonos de ramas
en la consistencia de aquella palabra
que se hunde no por dicha sino por hambre
y queda sumida en el transito de los peces
que inundan todo el tiempo el espasmo
de la garra que de noche me desenhebra
de tan afuera.
PROJECT NAME
VIDEOPOEMAS
Que no calle la noche, David Mariné.
Videopoema realizado por Lluís Espinosa.
Atrás queda Praga, Francisco de Paula.
Lectura de su obra "Entretenimientos Culpables" en el Pub Sándalo, Granada.
Oficio de tinieblas, Jorge J. Molina
Albayzín, Granada
Desnuda, poema de Javier Velaza, recitado por David Mariné.
Vera Eikon,
poema Ser en caída
Poema Inempezado, de Francisco de Paula.
recitado por Júlia Roig.
Sarco Lange
Eleanor Smith
poema: será Patti Smith, quizás
Oficio de Vivir,
recitado y escrito por Jorge J. Molina
Derrota, de Lila Biscia
Recita Jorge J. Molina
Nueve céntimos de euro, de David Mariné.
Recita Jorge J. Molina
Domingo 23:30, de Jorge J. Molina
Recita Lila Biscia